No saber decir adiós es un problema

Continúo andando con la mirada perdida hacia un horizonte quizás no tan lejano como parece, intento no pensar en todo lo que he dejado atrás, algo que sinceramente me resulta imposible,son demasiados recuerdos (buenos y no tan buenos) los que cargo a mis cuestas. Sin poderlo evitar, me giro y veo mi sombra, acompañada por la tuya, como de costumbre, pero tú ya no estás, te has ido y has dejado que tus recuerdos se queden conmigo, para sentir que te tengo cuando me siento sola o para torturarme día sí y día también sabiendo que te perdí.