Puede que sea un poco rara. Un día estoy al borde del suicidio y al siguiente me doy cuenta de lo bonita que es la vida, me tiro por los suelos llorando y cuando me levanto me pongo a dar saltos de alegría, me atormento pensando que te perdí y que jamás te volveré a tener y luego me alegro de ello. Por las mañanas seré tu peor pesadilla y por las noches no te despegarás de mí. Mis sonrisas te puedes dejar embobado, pero tengo miradas que espantan. Habrá días en los que te achucharé a todas horas y otros en los que estaré ahí pero como si no estuviese, con el tiempo verás que soy de extremos, para mi el gris no existe, o es blanco o es negro. O te quiero o te odio. Eso sí, siempre que tengo algo claro, lucho hasta conseguirlo, y puedes estar seguro de que siempre, siempre lo consigo. Me entrego al 100%, cuando lloro, lloro de verdad, cuando río, mis carcajadas se escuchan desde Portugal, cuando grito lo hago con ganas, cuando me enfado todo el mundo empieza a temblar, y cuando beso, lo hago como si fuera la última vez.
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