Echar(te) de menos

"Me voy a primera hora". Le escuché decir, a primera hora... y sonó como la cadencia de un día imperfecto, un día que dejará tras de sí, otros muchos tan imperfectos sin él. Es como si en el momento en que deja de llover, en lugar de salir es sol, el cielo girase absurdamente dándome la espalda, olvidándose completamente de mí. Tengo miedo a no sentir tu olor en mi ropa, a mirarte y sonreír, a echar(te) demasiado de menos. Ahora sé que ya eres una necesidad.