Visitas

jueves, 13 de septiembre de 2012

Anhelar es bueno, pero en su justa medida


Se miró de nuevo en el espejo pero ya no se reconocía. Esa sombra oscura bajo los ojos mostraba horas de incesantes lágrimas, una mirada fría que ya no expresaba ningún sentimiento. Sabía que todo había acabado, su almohada empapada destruía cualquier tipo de esperanza que quedase en pie.
Las horas de insomnio estaban haciendo efecto en su cuerpo, al igual que la poca hambre que tenía últimamente.
Su sonrisa ya no era algo habitual.

1 comentario:

  1. este sentimiento lo pase bastantes veces :|
    Es hermoso tu blog y la forma en como escribes, por eso me pase.
    Pasate por le mio cuando quieras :)
    Saludos

    ResponderEliminar